Esta receta es tal y como me enseño mi madre a hacerlas, imagino que habrán diferentes variantes, pero yo os muestro la manera que siempre se han hecho en mi casa y la verdad es que están riquísimas.
Son muy fáciles de hacer lo único que hay que tener un poco de paciencia, ya que tienes que hacerlas en dos días.
1º día
Herramientas necesarias:
Martillo
Olla
Escurridor
Paño de cocina
Plato o recipiente
Pasos a seguir:
1. Pelamos las almendras con la ayuda de un martillo para quitarles la cascara.
2. Escaldamos las almendras para quitarles la piel en una olla con agua hirviendo, las dejamos hervir durante unos tres minutos. Escurrimos las almendras y las dejamos en un recipiente para que se templen.
3. Una vez templadas empezaremos a quitarles la piel, es una tarea muy fácil, ya que la piel se desprende fácilmente.
4. Cuándo tenemos todas las almendras con la piel quitada, las pondremos extendidas en un paño de cocina y las dejaremos una semana secándose.
2º día
Ingredientes:
Almendras
Aceite de oliva
Sal
Herramientas:
Olla
Cuchara de madera
Espumadera
Papel de cocina
Dos platos
Bandeja o fuente
Un bote de cristal
Trapo de cocina
Pasos a seguir:
1. Ya tenemos las almendras preparadas para comenzar a freírlas.
2. En una sartén a fuego lento calentamos el aceite.
3. Una vez este caliente el aceite vertemos un puñado de almendras y removemos con una cuchara de madera, yo prefiero hacerlas en pequeñas cantidades para controlarlas mejor.
Una vez las almendras empiecen a dorarse se retiran con la espumadera en un plato que tendremos preparado con papel de cocina para que absorba el aceite.
Este paso lo repetiremos varias veces hasta tener todas las almendras fritas. Se pueden hacer la cantidad que se desee. Cuidado no dejar que se doren demasiado, eso significara que se han quemado.
4. Cuándo ya tenemos todas las almendras fritas, añadiremos sal, a mí personalmente me gusta que estén saladas, por lo que añado bastante sal, pero ya sabéis que podéis salarlas al gusto de cada uno.
5. Ahora a esperar a que se enfríen un poco y empezar a comer. Ideales para tomar con un refresco o una cerveza bien fresca.
Puedes guardarlas para comerlas en varios días, lo ideal es guardarlas en un bote de cristal, lo único que tienes que tener en cuenta es cerrar el bote cuándo las almendras estén frías. No te preocupes, las almendras fritas duran bastante tiempo, pero no creo que permanezcan guardadas mucho tiempo en la despensa, porque están muy ricas.
¡Buen provecho!
